miércoles, 2 de diciembre de 2009

Como en un espejo

Hoy me ha pasado una cosa que aparte de indignarme, sorprenderme, después de recapacitar, me ha llenado de orgullo. Suelo jugar a las cartas en un portal de juegos on-line, lo mas parecido a tener relaciones con otras personas que la nueva era nos brinda. Todo es digital. Todo es a distancia. Todo es virtual y nada físico, es el futuro. Bueno pues como os cuento juego a veces y he conocido gente muy interesante, gente maravillosa, gente mas o menos simpática. Y bordes, pero bordes como no os podéis hacer idea, individu@s que se toman un juego como una misión es su vida, Que piensan que ganado aquí son mas, que triste tiene que ser, ser el amo del ciberespacio.

Resulta que uno de los jugadores de la mesa, con el que no había jugado nunca al cabo de dos partidas, me ha mandado un mensaje, solo decía: Payaso.
Que piensas al principio, este tío es tonto, le voy a contestar., pero después tengo la costumbre de contar hasta diez, antes de hacer una burrada, y si no se me pasa vuelvo a contar, el resultado es que le he contestado. Mi mensaje ha sido:

“Gracias, si te he echo reír mejor”

He pensado que decir payaso a alguien no es un insulto; casi es un piropo, menuda profesión, hacer reír a la gente, que orgullo, hacer olvidar sus penas, dar un rato de felicidad.

Que curiosas son las palabras, algunos las intentan usar como puñales, las lanzan para ofender. Las palabras no ofenden, es su modo de usarlas. Los insultos son realmente relativos, cuando alguien te dice eres un burro, y te sientes ofendido, piensa en ese animal noble, que trabaja por un puñado de avena, recibiendo palos, que no se revela, y eso es una ofensa. O hijo de perra, acaso una perra no da la vida por sus cachorros.

Sabes creo que el insulto mas doloroso para alguien que no sabe mas que intentar herir con una palabra es no tomarla en cuenta.

Por eso cuando leí payaso mire la pantalla del ordenador, y me di cuenta que era como un espejo que refleja una realidad pero invertida, me vi a mi mismo enfadado, y pensé para que poner malas cara frente a lo que te refleja y muestra los defectos, porque he de devolver un insulto, si pienso en frío, solo es una palabra que fuera de contesto no significa nada.

Bueno pues a partir de ahora creo que no necesito insultar, o si lo hago al menos que no sea una palabra, mejor una frase sarcástica o cínica, al menos me dará tiempo a pensar y que se me pase el enfado del momento.

La próxima vez le diré eres el reflejo de lo bueno que hay en cualquier ser humano. Como en un espejo, eres lo contrario de lo que ves, el caso es ¿Qué es lo que ves tú?

No hay nada mas grande que hacer que un niño sonria.

3 comentarios:

  1. El juego embrutece; jeje has puesto contador.

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  2. Cierto es que el juego embrutece, pero fue nuestra consola de videojuegos, y cumplio una labor social.

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  3. Viva el guiñote "peleao" !!

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