martes, 20 de julio de 2010

Un charco de sombra

Enredados en la sombra de la noche,
nos encontró la aurora, enmarañados
nuestros cuerpos desnudos de pudor,
nuestro aliento helado de placer.

En un charco de sombras flotamos
En tu pelo enredado mis manos perdidas
En mi cuerpo de sudor el tuyo tatuado
En tu boca el sabor del tiempo pasado

Espero tranquilo que vuelva el deseo
Esperas ansiosa que el tiempo pase
Estamos de nuevo enfrente los dos.

La noche fugaz, da paso al día
Sin tregua, sin pausa, sin descansar
La noche ha pasado, el placer sigue.

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