lunes, 30 de noviembre de 2009

Carretera a las nubes

Todo destino va marcado por una dirección, toda dirección tiene un sentido, todo sentido esta basado en la lógica. Pero ¿porque hacer caso de la lógica, cuando queremos imaginar un destino? ¿Porque ser esclavos del sentido si nos apetece caminar hacia atrás?

Y a lo mejor me preguntáis ¿porque caminar hacia atrás? porque ese horizonte me gusta mas que el que veo en mi espalda, o porque deseo que la curva del camino cuando me vuelva, me sorprenda. O porque quiero ser ilógicos.
Siempre soñé como creo que todos vivir en el mundo al revés. Cuando crecí, me dijeron que es era ser inconformista, cuando crecí mas que eso era llevar la contraria y que hay que ir con el resto de la gente. Ahora me da igual lo que digan los demás, sigo mis propios criterios. Tomo lo bueno que me ofrezcan y rechazo o lo intento, lo malo que me encasilla.

No quiero volver a ser otro borrego de la manada, prefiero ser la cabra que va sola por los riscos, ser de vez en cuando, una cabra va bien en un rebaño de ovejas.
Porque digo esto, porque os lo cuento, porque simplemente me apetece. No quiero obligar a que lo leáis, ni a que me hagáis caso, probad a ser cabras, gatos, perros, pájaros., a no seguir la corriente que nos marcan por conveniencia.
Dejemos a un lado lo políticamente correcto. Y si hay que saltar para seguir, saltemos, o si no mojemonos, o tal vez mejor nos sentamos a esperar que construyan un puente. Una carretera, un canal.

Yo busco esa carretera que se pierde en las nubes, por eso ando hoy hacia atrás, para ver si en el horizonte las nubes tocan el asfalto y correr hacia ellas.

La bruma

Amaneció, pero solo cambio el tono de la tela vaporosa que envolvía el paisaje, hacia 5 minutos era negro azabache, ahora terciopelo gris.
Los paisajes tan familiares para mi, se tornaron extraños y misteriosos, jirones desprendidos del algodón de las nubes, hacían que los arboles lucieran adornos imposibles.
El agua mansa de la niebla se fue pegando a mi cuerpo, vistiéndome de perlas de roció, el frio de la noche hacia que el roció se trasformara en escarcha, dando a mi traje la imagen de plateada armadura, haciendo que el monte se vistiera de fiesta. El clásico color verde era hoy gris y plata.
La luz, tamizada por la seda que era la nube, fue creciendo en intensidad, haciendo que todo se disipase, como una fotografía desenfocada. Mi sombra se había perdido como la luz del sol. Los sonidos amortiguados por el vapor eran opacos, cercanos.
Mis sentidos se querían disipar y mezclar como las volutas que aparecían a causa de la brisa que empezó a deshacer la mágica niebla.
El gris se vistió de tonos, azules, dorados, verdes, ocres. Rojos de las hojas caídas, bruñidas como el cobre de las ollas de las meigas. Los cantos de los pájaros inundaban y rompían la sordina de hacia un momento, todo cambiaba. Todo excepto el aroma frio de la escarcha, el olor de la tierra mojada por el llanto de la noche. Todo excepto el tacto húmedo y frio de la hierba. Todo excepto la sensación de estar dentro de una burbuja.
Esa sensación que imagino, pues no puedo recordarla, de estar aun no nato en el seno materno. Aunque en medio de la bruma, me siento protegido por la madre tierra. Los latidos de mi corazón aun resuenan pensando en ese amanecer mágico que me premio la naturaleza, agradecido seguiré caminando cegado por los paisajes fantásticos, por los senderos únicos que nacen cada día de niebla, senderos que no se vuelve nunca a repetir o que nunca volveré a encontrar pues la bruma hizo que me perdiera en mis pensamientos.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Una nube me ha contado

He estado mirando el cielo, que hoy después de la lluvia era de un azul precioso, limpio, claro. Y una nube que pasaba me ha contado que se sentía perdida sin más referencias que el horizonte.
Que el viento la empuja a su capricho, que le gustaba lo que veía, pero que se iba con pesar, porque su tiempo era efímero. Que le gustaría ser como el sol, que todos los días sale, o como la luna, que depende que noche se cambiar de galas, pero ella solo era el producto del amor del sol y el agua.
Que su tiempo se acababa, que mañana no la recordaría, porque llegarían otras nubes, que le gustaría poder ser nube de lluvia para que su esencia empapara mi piel y así poder estar conmigo.
Que allí a lo lejos venían mas nubes, grandes grises y plomizas, que traerían la lluvia en sus entrañas, que dejarían tras de si recuerdo de su paso. Pero ella solo pasaba sin dejar nada.
Que muchos seres humanos eran como ella, la vida hacia que fuesen nubes anónimas que pasan por el cielo sin que nadie se fije en ellos. Que piensan que su existencia en superflua, como la de ella.
Pero yo la he contestado, yo me he fijado en ti y tú me has hablado, tú ya nunca serás una nube más. Pues cuando pase el tiempo en mis recuerdos seguirás estando, recordare la nube que me había contado.
También creo que cualquiera que mire al cielo y vea una nube siempre recordara el azul limpio, y si presta atención oirá como le susurra al oído.
Bueno realmente con esto no quiero hablar de las nubes, quiero hablar del aislamiento al que todos nos sometemos y sometemos a los que nos rodean, cuantas veces he mirado a otro lado para no mirar a otra persona, que lo único que estaba pidiendo a gritos era que alguien se fijara en ella.
Cuantas vidas anónimas dejamos pasar a nuestro lado, vidas que seguramente serán interesantísimas, pero que como urbanitas no nos interesan. Eso hace que en una gran ciudad estemos solos, como la nube en el cielo azul. Aunque en el horizonte veamos más nubes.
Antes me contaban que en un pueblo, en una calle, en un edificio; todos se conocían. Ahora cuanta gente no sabe quien vive frente a su puerta.
Cuantos silencios incómodos en el ascensor. Cuanto miedo ha decir hola a un desconocido, porque piensas: Este pensara que quiero algo raro.
Bueno pues aplicarse el cuento, a decir buenos días a aunque no te conozca de nada.
No dejes que las nubes sean anónimas. Que cada día conozcas una nueva persona, y que su sonrisa alimente la luz de este mundo. Con esa luz nunca nos perderemos será la linterna que alumbre nuestro camino, que no permita que nuestros pies tropiecen con la cuerdas de la indigencia.
No quiero que nadie caiga porque yo no le he devuelto la mirada, o no le dicho hola.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Esa palabra llamada “Libertad”

Cuando usamos una palabra para todo, al final le quitamos su sentido, cuando abusamos de una idea, al final justificamos lo injustificable, cuando no sabemos que significa de verdad una expresión solemos ser esclavos de nuestros deseos.
Pienso, que cuando se es capaz de resumir tanto, en una sola palabra, al final no sabemos realmente que conlleva. Eso es lo que le ha pasado a la palabra “Libertad”.
Que significa libertad. ¿Según la academia de las letras? ¿Según los que participaron en la toma de la Bastilla en Francia? ¿Según los bolcheviques que tomaron el palacio de invierno en Moscú? ¿O según mi propia concepción? La verdad es que si pensáis despacio, todos gritaron libertad, todos creían poder conseguirla, todos hemos cometido atropellos en su nombre, injusticias. Una definición echa por gente que sabe de eso de pensar no me vale, porque es “su libertad”. La liberte, igalite y fraternite, de los parisinos tampoco, pues no dejaron libertad a quien cortaron la cabeza. La de los soviets, menos aun; sin comentarios. La mía a mi me vale, pero creo que a nadie he de convencer, pues entonces coartaría la libertad de la persona que lo leyese.
El homo sapiens nació libre, pero el solo se impuso condiciones, deberes, tareas, y cuando tenia la sociedad que el quería, se decía que vivía en libertad.
Un preso dentro de una celda, en lo más aislado de un pabellón de castigo, según nuestro código no tiene libertad. Pero un instante que ve el azul del cielo, huye y es libre. Porque la libertad es una idea. Bonita pero utópica.
No se quien decía que tu libertad llega hasta donde empieza la libertad de la otra persona. Donde están las fronteras que marcan la libertad de cada individuo.
Juzgamos muchas veces desde una idea preconcebida, creemos desde nuestro pulpito, que todos nos tienen que seguir a la vez cuando gritamos libertad. Cuantas masacres por seguir al que más gritaba.
Hoy me siento bien, pero hace tiempo que no me siento libre.
Hoy en mi camino, he llegado a un claro del bosque y de el salen sendas, senderos, caminos, carreteras. Pero he decidió entrar atreves de las zarzas, para poder escribir mi propia idea de la libertad.
Hoy puede que empiece a comprender a que se llama libertad, pero también puede que hoy comience a sentirme mas atado y comprometido, puede que la libertad sea eso. Compromiso

martes, 24 de noviembre de 2009

Agua que no has de beber….

Agua que no has de beber, déjala correr. Cuando escucho este refrán, me doy cuenta de que por mucha tecnología que tengamos, mucha ciencia avanzada, aun tenemos que regirnos por pensamientos que nos han llegado desde el tiempo del alumbrado a vela. Y que razón tiene este dicho, no solo para el agua, que no creo que fuese su origen solamente, para muchas cosas de la vida.
Nos aferramos a cosas que hemos de dejar marchar; los hijos, el tiempo, los amores que se pasan. Acaparamos por el echo de poseer mas, a sabiendas que no podemos aprovechar lo que acaparamos, que se podrirá en nuestras cestas, que lo tiraremos a la basura, sin que otros lo puedan aprovechar.
Desde que he empezado ha andar por este camino, me he dado cuenta de bastantes cosas simples; siempre han estado delante de mi, pero no las he querido ver (no me interesaba verlas) no es mas ciego el que no ve, sino el que no quiere ver.
Cuanto despilfarro a mí alrededor; y cuanto he despilfarrado. Prefiere el ser humano gastarlo o quemarlo que compartirlo.
Yo estoy intentando compartir; mi vida, mis sentimientos, mi camino, mis ideas. Con ello no es que me crea mejor, pero al menos si me siento más libre, más ser humano.
Nunca me había planteado usar solo lo necesario, pero ahora lo estoy poniendo en práctica. Con cosas sencillas, ejemplo, para que voy a comprar 12 yogures si resulta que al final se caducan 4 porque no me apetece comer yogurt todos los días.
Lo mismo se puede aplicar a tantas cosas no materiales.
Los hijos crecen, y nosotros los intentamos retener, no por maldad, por un amor mal entendido, al final pasa como con el agua, si la retenemos y no la dejamos correr, se termina pudriendo, y en vez de ser un manantial, se convierte en una ciénaga.
Yo, hablo de mi porque es a quien mas conozco, se que me he equivocado, que he levantado diques para evitar que se escapase el agua, pero los diques con las crecidas se rompen, o el agua con la sequia se convierte en barro.
Los amores, ay los amores. Las cosas del corazón, son como una lamina de agua muy fina, que corre por una pendiente muy suave, lentamente, pero mojando todo por donde pasan, pero si les pones barreras para que no pasen al final, se seca lo que esta fuera, alrededor. Se pudre lo que esta dentro, huele mal, nos emponzoña la vida.
Por eso la frase tiene una sola conclusión, o a mi me lo parece. Una sola conclusión que se define con una palabra.
Libertad

lunes, 23 de noviembre de 2009

Hoy me rio, por no llorar.

Que ironía, me rio porque todo lo que ocurre no me deja otra opción, la situación que estoy viviendo, es para partirse la caja (esto seria una expresión de mi hijo), pero bueno, mejor reír que llorar, mejor recordar los buenos momentos, que pensar en los malos; que de estos el día esta lleno.
Después de un fin de semana, donde el Sábado salí al monte, sin esperar nada, encontré unas cuantas setas y templanza, relajación, tranquilidad para poder afrontar la semana hasta el sábado de nuevo.
Oyes las noticias y quieres apagar la televisión. En el bosque oyes el trino de un pájaro, el rumor del agua de un arroyo, el roce de las ramas de los arboles y te quieres convertir en David el Gnomo y quedarte a vivir allí.
Sin entrar en política, que es lo peor de lo peor. Somos un país que solo piensa en su ombligo, me meto yo mismo. El resultado de querer ser tan moderados, que al final somos ñoños. A este ritmo nos quitan la "ñ" y nos quedaremos tan tranquilos. Haber como vamos a decir coño. Lo diremos en castellano antiguo conio, o con "h" intercalada, coniho, pero seguro que luego nos quitaran la "h" intercalada.
Lo de la letra es una tontería, pero es que no quiero entrar en grandes cosas. Las autopistas para ellos, yo hoy por una senda.
Nada que el lunes me ha levantado peleón, protestón, cansado y sin ganas de discutir, solo de quejarme. Vamos que me he levantado español con "ñ".
Espero que mañana el camino se vuelva más amable, hoy esta lleno de zarzas, y la maraña no me deja ver el horizonte.
Por eso rio, por no llorar.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Reencuentro

Un instante, luz y agua
Un momento, viento y fuego
Un minuto, río y cemento
Una hora, árbol y acero
Un día, asfalto y barro
Una vida, distancia y silencio

Te miro y me ves
Te hablo y me susurras

No puedo olvidar respirar
Mis pasos inconscientes a ti se dirigen
No pienso olvidar tu recuerdo
Mi mente sin control en tu sonrisa se pierde

Ha pasado más
De un instante
De un momento
De un minuto
De una hora
De un día
Pero no dejare una vida
para volver a verte.
Tus pasos y los míos
se dirigen a su reencuentro.

De personales Pedro

Cuando yo era un crio

Cuando yo era un crío, recuerdo mirar admirado a todas las cosas, para mi todo era nuevo, me sorprendía, quería saber porque, como, cuando, con forme fui creciendo descubrí, pero no olvide ese sentimiento, en la adolescencia, me volvió a pasar, miraba admirado a las chicas, aquellas que hasta hacia muy poco eran como seres de otro planeta, a las que todos los amigos excluíamos de nuestros juegos. “las chicas con las chicas, los chicos con los chicos”, había hasta una canción, pero seria la química, las hormonas, o simplemente el recuerdo animal de la reproducción, lo que me hizo mirar con sorpresa y admiración aquello nuevo que me hacia volver la cabeza. Crecí, ( ya que el tiempo nunca se detiene, el tiempo es como la arena del desierto, cuando coges un puñado he intentas guardarlo en la mano se escurre y si aprietas la mano, aun se escurre más y se escapa antes)otra vez quedo el sentimiento de la sorpresa y la admiración atrás, lo sustituyo por un falso sentimiento o mejor sensación de autosuficiencia, entonces estaba en plena juventud, 21 años, el amo del mundo , el señor de los errores no reconocidos, orgulloso, sabedor de mi fuerza y mi poder, el macho alfa de la manada, pero que iluso, siempre hay un nuevo macho que vendrá a sustituirte. Fue un tiempo de deseos primarios. Tenia que tener el mejor coche, la mejor chica, siempre tener lo mejor. Hoy miro ese periodo como un tiempo de re-afirmación, pero en el que casi todos perdemos la inocencia de sorprendernos. Llegaron los felices treinta, la pareja, la ilusión de un futuro en común, vamos la felicidad que nos vende la publicidad. Todo superfluo, pero con sentimientos puros de nuevo, y volví a sentir la sorpresa y la admiración. La sorpresa llego el día del nacimiento de mis hijos. Aun recuerdo aquellos ojos oscuros en la madrugada mirando indefensos, o sorprendidos, aquella niña de poco más de tres kilos, que cabía en mi mano, que era algo de mí. Con mi segundo hijo fue igual, me sorprendió y me lleno de orgullo. Ahora desde entonces el sentimiento de Admiración no ha dejado de embargarme, cada vez que hablo con una mujer, cada vez que recuerdo el sacrificio que soportan, el desinterés que muestran hacia su persona, el estoicismo de soportarte aquel dolor desgarrador. Y la sonrisa, esa sonrisa al tener a su hijo en sus manos, sentir el latido en su vientre pero esta vez desde fuera. Os miro y veo que sois seres superiores, me siento humilde, por eso os admiro tanto. Entonces y solo entonces volví a recuperar el sentimiento que tenia cuando era un crío, volví a descubrir, a sorprenderme. Y no he dejado de hacerlo, no quiero hacerlo, lucho diariamente por seguir así, vivir la vida con ilusión creer en las cosas pequeñas. Hace poco fuiste tu la que me sorprendió y me admiro. Eres fuerte, aunque frágil; decidida aunque temerosa de decidirte; eres buena muy buena pero si tienes que defender lo que crees te defiendes como gato panza arriba. Te dije que no tenias alas aun, pero me equivoque, en tu corazón las tienes, son miles de mariposas que hacen que lata con ritmo de bolero, de jazz, de rock, todo junto creando una cacofonía que quien no sabe escucharla no distingue los cambios de ritmo. Yo estoy aprendiendo a escucharte.
Solo deseo que la luna, te recoja en su cuna, que Morfeo con su manta de estrellas arrope tu cuerpo desnudo, que la brisa limpie en tu sueño tus pesares, que la marea se lleve de tu lado la tristeza.
Solo quiero que sigas haciéndome sonreír cuando veo que estas, y que tu sonrías cuando veas que estoy.
No quiero que te sientas mal, ni por mí, ni por nadie, no vale la pena. Solo vale lo que te sorprende y te admira. Yo me siento orgulloso, admirado de compartir contigo un trocito de estrella, de sonrisa.
¿Qué eres para mí? Que pregunta tan difícil, no nos conocemos más que del impersonal Internet, pero creo en ti, creo que somos amigos, y te aseguro que yo tengo muchos conocidos pero pocos amigos. Siento algo muy especial cuando hablo contigo, es mas me siento especial hablando contigo.
Por todo ello solo puedo decirte; Animo, no permitas que nadie te haga daño, y si necesitas que curen tus heridas de las batallas, déjame ser tu bálsamo, tu hombro para llorar, la mano que te ayude a levantarte. Espero que anoche con tus gritos te limpiaras la hiel que te vertieron, espero que hoy el sol te acaricie la piel, esa piel canela que tanto me gusta.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Añoranzas




Añoro tu primera mirada,
La profundidad de tus ojos
Recuerdo tu primera sonrisa,
El dulce de tus labios
Añoro el olor a sal de tu pelo,
El color azul del cielo
Recuerdo el sonido de tu corazón,
En mis oídos, desbocado
Añoro el silencio cómplice,
Precursor de un beso
Recuerdo el amargo trance,
Del momento de la despedida

Deseo no olvidar, nada de lo que añoro
Olvidar  el olvido
Olvidar el dolor
Deseo no dejar pasar un segundo sin mirarte

Miro atrás y veo el futuro reflejado
Miro atrás y escucho la música perdida
Miro atrás y siento la escarcha de tu ausencia
Miro atrás y me llega el olor de la primavera y del otoño
Miro atrás y saboreo el futuro.

Camino sin seguir una dirección
Mi brújula son mis recuerdos y mis deseos
Mi mapa lo dibujo con cada paso nuevo
Mi destino lo marca la llegada del nuevo día

Añoro volver a añorar
Recordar vagamente la luz de mañana
Deseo volver a desear
Olvido el daño recibido
Miro atrás para llegar.




martes, 17 de noviembre de 2009

Entre la tierra y las nubes.

Cuando el domingo amanecía, yo ya estaba en la cima de la sierra. Me desperece con el viento frio de las montañas, el despertador fueron las nubes que chocaban contra la ladera de la montaña, subiendo en espirales como olas que se estrellan contra un acantilado. En Madrid no tenemos mar, pero todos los madrileños miramos el horizonte buscando su azul. En Madrid no tenemos playa, pero todos los madrileños en cuanto vemos un charco aspiramos fuerte por si oliese a sal, a yodo, a brea. En Madrid solo tenemos un aprendiz de rio, pero todos los madrileños somos marineros frustrados. Bueno como decía las nubes marcaron el límite del amanecer.
Llegaron los amigos al mismo tiempo que los rayos de sol anunciaban un bonito día de campo.

Saludos, planificación del día, mas esperanzas que certezas y salimos a buscar a esos seres esquivos, que aunque no se mueven se esconden, fuimos en busca del tesoro del final del arcoíris. No buscamos una olla repleta de monedas de oro dejada por un gnomo, buscábamos la cas del gnomo, las setas.

Curiosa leyenda lo de los gnomos, las setas, cuando entras en este mundo, descubres el porque, descubres la razón y la explicación de que los enanitos vivan en esas setas coloradas con manchas blancas. Es que esas setas son alucinógenas. No saben na los enanitos.

Empezamos nuestro andar por unos bosques húmedos, cubiertos del roció de las nubes de la noche anterior, las amigas empezaron a asomar.

La verdad parecemos niños cuando vemos una seta, es algo tan especial, son tan atrayentes, tan misteriosas, tan diferentes del resto de los seres vivos, saben elegir esos sitios tan especiales para nacer, vivir, florecer y morir.

Interesante la afición que nos agrupa, dentro de ella esta el afán de conocer los hongos, la gastronomía, el amor por la montaña, el respeto por la naturaleza, la fotografía, etc.; y seguro que alguna cosa mas que se me escapa.

Después de andar, encontrar, gritar como chiquillos, comer, volver a andar, recolectar y casi ser toreros, regresas a casa, con un puñado de setas, un montón de fotos, y unos recuerdos que nunca se podrán olvidar.

Luego el lunes maldito, con agujetas, con dolor de espalda, prometiéndote que no madrugaras tanto el próximo fin de semana (esto a las 6:30 AM, cuando ha sonado el despertador). Pero después de desayunar, ya estas pensando en donde ir el siguiente fin de semana.

Hoy ha sido un paseo corto por la tierra, entre las nubes, hemos terminado como el día con promesas del mañana. Me alegraría que pudieseis oler el bosque como yo lo hago cuando cierro los ojos y pienso en el, si lo he conseguido me alegro, sino lo mas fácil es que valláis a el y aspiréis su aroma.

Os espero en el próximo desvió, para entrar en otro sendero.



Los tesoros del bosque.

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sábado, 14 de noviembre de 2009

Otro día más de camino

Mi camino de hoy ha sido urbanita, los sábados Madrid es una ciudad de fiesta y resaca. Fiesta por que a partir de las seis de la tarde empieza a salir la gente, para prepararse para la noche; esa noche famosa en el mundo entero. En Madrid nadie es extranjero, todos son bienvenidos, Madrid como Roma antaño, es una gran meretriz que a todos acoge entre sus muslos. También es un día de resaca, es el día después de la noche del ¡¡¡por fin es viernes!!!, y se nota en las calles, están tranquilas, pero no dura; porque a medio día llega la hora del vermut.


Como antes decía hoy he sido muy urbanita, pero a la vez no he perdido de vista la naturaleza, aunque haya sido una naturaleza muerta y desubicada, esta tarde junto con otros caminantes, he recorrido las sendas de una exposición micológica. Que diferentes se ven las setas encima de una mesa, como nos gusta a los seres humanos con el cartel que dice como se llama. Sin el brillo, sin el olor, sin la textura; resumiendo muertas. Pequeños cadáveres que todos admiramos, pero mientras las miraba, no reconocía en muchas de ellas a las setas que unas horas antes en el campo me hubiesen echo sonreír, tirarme al suelo para fotografiarlas.

Que seres mas peculiares somos, realmente preferimos ir a un museo a conocer una piedra que conocer esa misma piedra en el monte, ver la fotografía de una planta que buscarla en la naturaleza. Quien nos vea desde lejos, o desde el tiempo, seguro que se admira de nuestra opacidad para que nuestra mente de prioridades.

Bueno es otro sendero que sale de mi camino, no me ha supuesto mucho el recorrerlo, y me ha dejado mirar hacia el camino para poder ver que soy un ser peculiar entre muchos otros seres peculiares, me doy por satisfecho, espero que vosotros también toméis los senderos, en ellos se encuentran cosas interesantes.

Mañana por fin naturaleza. Ya os contare.


Esta flor es la de una leguminosa, da una especie de guisante, es una flor pequeña. En el monte es mucho mas bonita que en esta foto. Sal de casa, buscala y disfruta de lo que la rodea,  encontrarla es la escusa perfecta.

viernes, 13 de noviembre de 2009

El segundo día.

Cuando he abierto los ojos, he descubierto que la oscuridad aun reinaba en la ciudad, he mirado por la ventana y a lo lejos se recortaba una cinta de gris azulado, que marcaba el comienzo del día, las luces mortecinas de la ciudad se confundían con las de las ventanas de otros habitantes que como yo miraban el día que empezaba. lo primero que he pensado es que hoy por fin acababa la semana labora, que mañana podría disfrutar de mis aficiones( que son muchas), luego después de lavarme la cara y mirar en la ventana que es el espejo, me he descubierto un día mas viejo, o un día mas sabio, o solo un día con mas ganas de andar. La rutina, el desayuno, organizar el trabajo. Y Madrid, mi ciudad, un universo lleno de universos paralelos. Hoy me tocaba ir al centro, a las luces y sombras de la ciudad; os habéis dado cuenta que siempre en una ciudad grande están junto el lujo y la mierda.


Gran Vía, que calle, llena de gente peculiar, de turista, de carteles de cine de estreno, de tráfico, edificios grandes altos y limpios. Que gran decorado para la farsa que se esconde entre bambalinas, porque paralela esta la calle de la Luna, la Ballesta. Y estas si que son unas calles autenticas, donde se ve el Madrid que nadie enseña. El Madrid atemporal, que cambia de colores, pero con los mismos personajes.

Hoy mi paseo me ha llevado a la Calle de la Luna. Curioso nombre para una calle donde el día es noche y la noche día, curiosa calle donde al lado de una comisaria, se vende cuerpos de mujeres, de hombres, se trafica con droga. Calle de la Luna, cuanto romance bajo los rayos del satélite, y que coincidencia cuantos amores de treinta minutos, donde todo esta en venta. Pero esto es mi Madrid, antes calles donde vivían los rentistas, ahora calles políglotas, multirraciales, poli culturales.

Siguen encontrándose en ellas las tiendas de comestibles de hace 30 años, pero ahora en vez de tener las sardianas arenques, venden fideos chinos, yuca, Inca-cola.

Y es que Madrid es una ciudad grande viva y que sabe adaptarse, es como todas las grandes ciudades un conjunto de pueblos, que decidieron crecer.

El abuelo se marcho

Amanecía esa noche, aquello no era lo normal ni mucho menos, en su rutina de día a día, de año a año, pues su tiempo nunca se había medido con el tiempo de los hombres. Amanecía y era un anuncio funesto, él había superado tantas cosa desde que era solo un brote en un suelo inclemente, había visto pasar a su lado, seres de leyenda, había oído bajo sus ramas leyenda de seres, él nunca se había asustado, ni cuando el rayo cayo cerca de sus raíces, sabia que su destino no lo marcaba el cambio de luz, ni el frio ni siquiera la sequia.


Se acostumbro a servir de casa, de sombra, de comedor para los habitantes del bosque, de dormitorio para las aves del cielo, hasta dejaba que jugasen en su cuerpo los amantes, que desalmados grababan su amor con corazones que le arañaban, pero que en el fondo nunca le hicieron daño, mas bien orgullo, pues pasarían esos amores pero quedarían eternamente reflejado en su piel, había visto y sentido guerras, muerte y vida.

Y ahora amanecía con el calor de un mediodía de verano, cuando no era hora aun, él lo sabia, sabia que su tiempo se acabaría en breve, sabia que nadie lo podría salvar, lloró. No por él, sino por los hijos de sus frutos que con gritos silencios, le decían que sufrían, pero como siempre el estaría allí, esperando el destino que otros habían dictado para él. Creía que nadie lo recordaría, pero en eso te equivocabas mi viejo amigo, nunca podre olvidar que me diste sombra, que me distes refugio en la tormenta, que me diste belleza, recuerdos, que me dejaste sentir tu corteza viva, que pude soñar con el amor apoyado en tu tronco, eres y serás como un abuelo, que callado y con tus cejas de musgo aguantabas la cháchara de un ser que solo pasa como un instante en tu existencia. Nunca, nunca podre volver ver tu sombra, a buscar tu refugio, pero te prometo, que nunca, nunca dejare de recordarte.

Tu nieto, tu amigo, que no pude mas que dejar una lagrima donde vivías, esperando que algún día brote de ella otro abuelo del bosque, que disfruten otros como yo.

Este amigo ya no podra mirarse en el lago.
 

jueves, 12 de noviembre de 2009

MAREA

Te fuiste cuando llegaba la noche, lentamente, igual que habías venido en tu última visita, arrullando mi barco. En el horizonte el azul se tornaba azabache, el mar estaba quieto y calmo, yo estaba sentado en la proa mirando como tu corriente se alejaba. La noche me envolvió con su manto de seda negra, dejándome ciego por un instante, en el cielo pequeñas luces empezaban a brotar, luces que se reflejaban en el espejo del mar, el silencio solo roto por los latido de mi corazón hacia que en vez del mar la percepción de mis sentidos me dijera que viajaba por el espacio exterior, negro arriba, negro abajo, mi barco rodeado de estrellas.

De repente note que volvías de nuevo, mi barco se movía inquieto, pensando en las caricias de tu corriente, el frescor de tus aguas, la espuma de tu superficie. El sonido de tu canto y tu llamada hizo que decidiera, dejarme llevar donde tu quisieras, oía tu voz que me llamaba, Y me invitabas a bañarme en tus aguas.
Mi cuerpo de barro, se fue introduciendo, entre tu cuerpo de agua, sentía como tu piel se abrazaba a mi, como poco a poco me iba disolviendo en tu interior, como nos fundíamos, me dijiste al oído con tu voz de agua, no temas ven a mis rincones, gocemos juntos nuestro deseo.

Me condujiste por caminos secretos que tu sola sabias, hundiéndote en las profundidades, te enroscaste en los bosques de corales, mientras nuestros cuerpos unidos en perfecta armonía no de agua clara sino de nube espesa. Las horas seguían pasando, y nosotros viajando por tu mundo, gozándonos en cada minuto, mirando como la oscuridad en la superficie se tornaba claridad, y nuestro tiempo se acababa, tu me acercaste a la costa y depositaste mi cuerpo en la playa , convirtiéndome en arena, y no queriendo dejarme volvías convertida en ola a rozarme, y a arrastrarme hacia ti, te fuiste de nuevo pero prometiéndome que regresarías a buscarme, mi cuerpo tumbado en la orilla se volvió a formar de arena y barro, secándose por los rayos del sol, y me senté sabiendo que la marea volvería, me traería su deseo en la espuma de las olas, su suavidad en la sal de sus aguas, y se volvería mujer para poder gozar otra vez esta vez en la playa.

La mañana era como un espejo roto

La mañana era como un espejo roto. A lo lejos contra el horizonte se reflejaban multitud de destellos y matices de vivos y distintos colores. El sol tímido asomaba con color azorado en sus mejillas, con miedo de turbar la luz clara y limpia aunque matizada y velada por una tenue neblina causada por la inminente huida del rocio.
El astro y el rocio eran dos amantes fugaces, siempre lo había sabido que lo suyo era un instante, intenso, fugaz, pero nunca renunciaban a es instante, cuando uno llegaba él otro se evaporaba; un destino trágico para amantes tan distintos.
Un pájaro atrevido rompió la magia del momento, con un leve trino. Consiguiendo que pasase de magia, a prodigio, a instante irrepetible.
Los sonidos; tímidos, fueron llenando ese hueco. Una gota, el crujido del rocio, el roce de dos hojas impulsado por el desvergonzado viento del amanecer.
Luego el juego de sombras y luz, lo animan y dan movimiento; desperezando el mundo, haciendo que la sangre de la tierra corra de nuevo despertando a todos sus seres, o adormeciendo a los infatigables viajeros de la noche.
La mañana se va convirtiendo en una adolescente, que sin ser aun mujer deja ver toda su belleza, su mirada picara; la falsa modestia de quien se sabe bella ahora. Y arrebatadora cuando madure.
Sus primeros amores, ama la luz, ama las nubes que la visten y embellecen, ama el verde de los campos salpicado de ocre y marrón que calza sus pies sensuales, ama el azul del cielo que va formando su cuerpo, ama a los seres que va alumbrando y descubriendo, hijos de sus fantasías y goces, sus pequeñas pasiones descubiertas en cada nuevo segundo que la hacen madurar hasta convertirse en una bella mujer tranquila, pues, sabe lo que tiene lo que ha vivido, pues añora lo perdido, pero confía en lo que ha de venir.
Su madurez llega a su éxtasis cuando su amigo el Sol se eleva en el cielo, y esa belleza se va tornado en una maravillosa vejez, dando paso a otra adolescente,
La tarde, menos alocada que la mañana menos juguetona en su infancia, pero más ávida de encontrar nuevos placeres. Placeres que tiene con el viento y el olor de la hierba calentada por el reloj del cielo, pasa de niña a mujer rápidamente, casi sin jugar, pero ella es en su recta final cuando alcanza su máxima belleza.
Se viste de gala para despedir la luz, sus colores son como un cuento, hace despertar la brisa que anuncia el nuevo nacimiento, que anuncia la muerte del reloj, dando paso a un acto de metamorfosis.
Por un segundo los amigos del cielo se saludan, para cambiar su puesto, y la noche dueña absoluta del silencio despide con un largo, húmedo, y sensual beso el ataúd de la muerte, caminando tras su cortejo, extendiéndose y dejando tras de si las lagrimas de tristeza y alegría que son las estrellas, arreglándose con la diadema de la luna para la fiesta, poniendo sus mejores galas y danzando por el mundo, siempre joven siempre mujer, dueña del destino de los sueños, señora cruel para algunos, ama dócil para otros, cómplice de los amantes a la vez que celestina y alcahueta conocedora de las pasiones, y pervertidora de los inocente, dadora de placeres sin pedir nada a cambio.
Pero o pobre de ella su tiempo también se acaba, no muriendo, sino dando a luz a la mañana, una mañana que es como un espejo roto.......



Los paseos de Pericus

Hola empiezo la aventura de crear un espacio donde poder compartir con vosotros mis viajes, experiencias, mis aficiones; no pretendo con ello mas que dejar un reguero de miguitas para que otros disfruten o lo intenten, en esos sitios que para mi son mágicos.

Mi primer paseo, sin rumbo y sin destino

Todo tiene un principio, el de este camino; es ahora. No tiene un rumbo definido iré hacia donde las palabras me despejen el sendero. El destino lo marca cada nueva letra, no pretendo llegar pronto, es mas no quiero ver la meta. Prefiero descubrir, un nuevo rincón, un nuevo amigo, un nuevo azul en cada amanecer. El tiempo es un mal consejero; pues si le escuchas, todo lo haces rápido, y al final, llegas sin haber disfrutado del viaje. Hoy empiezo en un sendero que no conozco, pero sé; sin lugar a dudas, que me llevara a sitios que reconozco por haber estado, o a sitios que descubro por primera vez, ¿quieres acompañarme en este paseo?