martes, 29 de junio de 2010

La búsqueda o la huida

Acababa de parar y ya reanudaba su camino, solo se había detenido para estirar las piernas y llenar el deposito de su vehículo, su vida desde hacia algún tiempo solo había sido eso, un continuo viaje, un continuo intento de vivir en la franja del amanecer, entre el día y la noche.

Hacia ya tanto tiempo, o puede que fuese poco, había perdido la noción del tiempo, pues su vida era como su búsqueda siempre penumbra, con la luz tras de si, con la oscuridad ante sus ojos, en su retina tenia gravadas las luces y las rayas blancas de la carretera, en su cerebro solo había una dirección el oeste, el poniente, el ocaso.

Puso en marcha el vehículo, que con una vibración y unos roncos gruñidos dejo escapar un humo negro, tan negro como la oscuridad a la que se dirigía. La carretera a esas horas estaba solitaria, difusa, silenciosa, ante los faros alguna vez se habían cruzado animales que volvían a su redil, o que salían a bañarse de la dorada luz del sol.

Realmente no sabia si buscaba algo, o simplemente huía de algo, solo sabia que tenia que seguir avanzando, que tenia que mantenerse entre el día y la noche, que estaba condenado a vagar, a encontrar ese espacio. Aun recordaba la sensación de sentirse bañado por la luz del sol, aun le gustaba, alguna vez había dejado que el sol le adelantara, para poder sentir durante todo el día sus rayos.

Pero al amanecer siguiente, después de ver la realidad cruda que la luz pura le ofrecia seguía intentando estar en la zona de luz difusa, donde nada era verdad ni mentira, donde el decidia lo que era su realidad. La noche tampoco le gustaba, porque era una alcahueta mentirosa, que con su falta de luz hacia que las cosas solo fueran espejismos, falacias creadas por la mágicas horas en las que la luz estaba anulada.

La música era su compañera, pero no la música de la radio, de un CD, era la música monótona del rodar de sus ruedas, del ronroneo de su motor, del aire que entraba por sus ventanas. De vez en cuando se añadía el sonido de percusión de la lluvia contra su cristal, el roce acompasado de los limpias o el sonido de algún otro vehículo que lo adelantaba, con el que se cruzaba.

Carretera, raya blanca, asfalto, horizonte grisáceo, luces de colores, silencio, soledad, mas soledad, mas silencio, mas luces de colores, mas horizontes, mas asfalto, mas líneas infinitas, mas carreteras. Monotonía.

Cuando miraba a su espalda por los retrovisores veía la belleza del amanecer, el multicolor que el sol anunciaba, los focos de algún otro vehículo que seguía mi mismo camino. La carretera, las líneas que se perdían, el sonido de los pájaros que se despertaban, el asfalto. Vida y monotonía.

Sabia que su vida se había encallado en un solo objetivo, no sabia, ni cuando, no sabia como, todo era tan irreal, pero a la vez tan sumamente cierto, ¿Que hacia realmente? ¿Que buscaba?
¿De que huía?

En la próxima parada, pensaría las respuestas, ahora acelero, el sol me alcanza, la noche se va, la carretera me acompaña fiel. Se que hay mas como yo, unos buscan la primavera eterna, otros la noche, otros el día, muchos están perdidos y muchos mas solo viven o sobreviven.

Me gusta sentir la luz dorada en mi espalda, ver mi sombra a alargada como se difumina en la penumbra de la noche, me gusta dar un paso, y estar en el silencio de la noche, dar un paso atrás y escuchar la algarabía del día. Vivir o dejar de hacerlo, pero ser yo quien marca mi destino, mis decisiones, mis sueños. Puede que la vida sea un sueño y los sueños vidas son; como decía la poetisa, cada día estoy mas convencido. Ahora lo único real es el continuo paso de raya blanca hueco negro. Allí a lo lejos veo la luna en el horizonte, aun sigue esperándome para poder darme un beso de buenos días, o ¿tal vez de buenas noches? Allí parare cuando toque la luna con mis manos, cuando mi sombra se refleje en su superficie.

2 comentarios:

  1. Que fin de semana mas largo.Como el agua que ansia el mes de Mayo,despues de una primavera de larga y pertinaz sequia,asi esperaba yo tu poesia.Maravilloso amanecer.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tus palabras, seguiré intentando no aburriros con mis relatos.

    ResponderEliminar