lunes, 26 de abril de 2010

La reunión

Este fin de semana ha sido especial. Bueno no es que haya estado alojado en un mega hotel de 5 estrellas, o haya comido en un 3 estrellas de la guía Michelin. Lo que ha ocurrido es que un grupo de amigos, de compañeros de afición nos hemos reunido a comer y ha charlar en un precioso paraje en medio de la naturaleza. No ha hecho falta ni mesa con mantel de lino, ni copas de cristal de bohemia. Hemos comido de pie, con tenedores de plástico, con servilletas de papel y bebiendo el vino en una bota. Pocas cosas unen más a un grupo que el compartir la comida en la misma olla y el vino en la misma bota.

No somos mas felices por tener mas lujos, cada día estoy mas convencido, no somos mejores por tener mas cosas, eso lo estoy aprendiendo, no somos mas listos por saberlo todo, lo somos por nuestro afán de aprender, de escuchar. La reunión de gente que se ha visto una vez, o no se ha visto nunca, la hermandad que surge, la amistad que se siembra ese día, si se riega con cariño termina dando sus flores, y esas flores hacen que la siguiente reunión haya mas amigos nuevos.

Bueno el día comenzó antes de que el sol saliese por el horizonte, la carretera solitaria, sinuosa que se pierde entre las montañas nos dirigía hacia el lugar de encuentro. Delante del coche se cruzaban animales que para mi son comunes pero que siempre hacen que me ilusione por verlos. Corzos, conejos, perdices, algún jabalí y en el cielo que se va tornando de azul marino a un degradado de azules que termina en el celeste, manchado por algún reflejo rosado de una nube solitaria, se aprecian las siluetas de las aves rapaces, de los buitres, de los primeros pajarillos que se desentumecen con los primeros rayos de sol.

Tras mil y una curvas, tras cien repechos, tras ir descubriendo valles casi vírgenes, el sol alumbro con toda la majestuosidad las montañas por las que la carretera va bordando a las laderas una cinta de gris plata. Al final llegamos los amigos nos tienden su brazos, su sonrisa. Besos abrazos, preguntas, el silencio de aquel valle se rompe por una algarabía, por una barahúnda de risas y palabras. Todos acordamos salir al monte a buscar sus tesoros, las setas.

Tras el paseo por un monte lleno de musgo, de olor de la mañana, de gritos por haber encontrado la primera, y carreras del resto de los participantes para verla, con un ¡oooooh! de crío ilusionado cuando ves los fuegos artificiales, la mañana se paso, nos encaminamos al lugar donde prepararíamos la comida, donde contaríamos las batallitas que cada uno había tenido, la alegría y sonrisas pintadas en las caras. Todos colaboramos, todos damos nuestra opinión todos somos cocinillas, pero todos lo que deseamos es sentarnos y comernos las migas.

Migas, vino, café, dulce, risas y una botella de aguardiente. Sol, mas risas, un día que siempre quedara inolvidable que siempre quedara grabado en nuestros recuerdos, un día sencillo, con comida sencilla, con la naturaleza a nuestro alrededor, un gran día, con tormenta como tenia que ser, que hizo que nos refrescara la cara, que pintase con ese barniz especial que hace que la naturaleza brille con la limpieza del agua recién caída, que haga que los aromas del bosque y la primavera inunden ese día sencillo convirtiéndolo en un día mágico.

Bueno pues después cada mochuelo a su olivo, abrazos, invitaciones para la próxima reunión, lo único que siempre es triste, la despedida, pero que dura lo justo para que se convierta en un recuerdo de amistad. No os aburro mas, ese ha sido mi fin de semana, un fin de semana de amistad, hermandad y naturaleza. Espero y deseo que vosotros hayáis tenido también un fin de semana especial.

2 comentarios:

  1. Maravilloso fin de semana; esa es la riqueza de la vida, la AMISTAD, el compañerismo, la NATURALEZA,el AMOR... todo eso que en ésta vida tan competitiva que nos ha tocado vivir, no le damos importancia; el lo único por lo que merece la pena nuestro corto paso por éste mundo.
    Katu

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