jueves, 10 de diciembre de 2009

Una ley de la física

Cada gesto importa, parece que siempre nos lo recuerda el devenir del camino, cada acción tiene una reacción, esto es una ley de la física.

La sinceridad siembra campos de esperanza. La mentira puede hacer feliz si es para que una persona no sufra, lo que llamamos mentira piadosa, o verdad a medias, cuantos nombres para justificar algo que no tenemos que justificar.

La ilusión es lo ultimo que se pierde, pero cuando el estomago ruge por hambre, quien puede pensar en la esperanza, en esperar. Quien puede pensar que puede mejorar su situación cuando ve que él esta descalzo y rebuscando en la basura, mientras a su lado pasea un coche con el que podrían vivir 6 familias durante mas de 10 años. Esa persona no piensa más que en sobrevivir.

La nieve es blanca y pura, ¡Que bonita es la nieve! Decimos desde detrás de los cristales, con la calefacción a tope, mientras esa impoluta nieve cubre la inmundicia, que albo y puro lo vemos todo, que grandioso decorado. Pero como todos los atrezos, cuando dejan ver la realidad, descubren que la nieve convirtió en barro el césped del jardín.

Nuestro amor será eterno se dicen. Mientras el novio mira el escote de la amiga, o la novia mientras lo susurra al oído del novio, mira de reojo al DJ en la cabina de la discoteca.

Seremos siempre honestos proclaman los políticos, mientras un constructor le hace ojitos desde la primera fila del mitin.

Cuantas veces he tenido ganas de gritar y me he reprimido porque era la hora de la siesta, o eran más de las 12. Cuantos sapos nos hemos tragado, por no decir lo que pensamos de los que nos están haciendo daño son su mentira, o con su verdad a medias, o con su sinceridad falta de tacto.

Que esperamos para gritar a coro cada uno nuestra queja. Hacer un coro de cacofonías, que al final siempre es armónico, porque el, ay, es universal, en todas las lenguas de nuestro pequeño planeta suena igual, todos sabemos su significado. Pero muchos no lo quieren entender.

Hoy que esta semana tiene dos lunes, que estamos ante la puerta de entrada de las fiestas de la salud, de los atracones, de la melancolía, de la reunión familiar con gente que solo ves en estos días y por desgracia en los funerales. Hoy no quiero dejar para mañana lo que tenia que haber echo hace mucho.

Hoy he arrancado el mes de diciembre de mi calendario. No por nada, sino que así se pasara antes lo que para mi ya no es una fiesta ni una celebración.

Pero después de arrancar ese mes he visto que el siguiente era Enero, y entonces he decidido volver a sujetar con grapas el mes de Diciembre.

Quien no se conforma es porque no quiere conformarse.

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